domingo, 20 de diciembre de 2015

LA CASA DE ARBAIZENEA EN SAN SEBASTIAN , PROPIEDAD DE LA CASA DE ALBA .


La casa de Arbaizenea es uno de los últimos ejemplos de las residencias veraniegas que edificaron a fines del siglo XIX las grandes familias de la aristocracia en San Sebastián. 

Rodeada de 15 hectáreas de exuberante vegetación, recuerda un 'cottage' de la campiña inglesa, que se acentúa en su interior con la profusión de grabados, telas y muebles muy 'british'. Y por último, una de las propiedades más sorprendentes y que muestra la cara libre, abierta, anticonvencional de su dueña: la casa de Ibiza, en el alto de Sa Aufabaguera, junto a Punta Galera.

Es una construcción que se integra en la naturaleza, entre pinos mediterráneos y con vistas al mar. La decoración es hippie, desenfadada, algo naïf y donde prima el colorido, la mezcla de estilos y un cierto liberador desorden ordenado.

domingo, 22 de noviembre de 2015

CAYETANA DE ALBA , DUQUESA DE MEDIO ARAGON .


Aragón conserva una indeleble huella de la casa de Alba inscrita en el devenir de su historia, desde el siglo XIII hasta la actualidad. En el mosaico de propiedades de los antepasados de Cayetana de Alba, tanto en España como en Francia y Sicilia, la comunidad aragonesa alberga tierras, edificios y bienes muebles que pertenecieron a los ducados de Híjar, Aliaga y Lécera y a los condados de Aranda y Belchite, títulos nobiliarios que confluían en la difunta duquesa.

Sin embargo, se trata de unos vestigios muy difuminados por el paso del tiempo. "Las posesiones de la Casa de Alba en Aragón pasaron por muchas vicisitudes y al final prácticamente todas fueron vendidas en el siglo XIX", señala la turolense María José Casaus Ballester, doctora en Historia por la Universidad de Valencia y archivera de profesión.

En cambio, el palacio del conde de Aranda, en Épila, ha permanecido vinculado al secular patrimonio de los Alba hasta fechas recientes. En 1998, apunta Casaus, el edificio fue cedido al ayuntamiento de la localidad, si bien años antes sus todavía propietarios ya lo habían vaciado de su contenido. Y, por esas mismas fechas, en la Transición, completaron la venta de sus enormes posesiones en la comarca de Valdejalón, que se había iniciado tras la guerra civil.

De esta forma, por lo que respecta a Aragón, a los descendientes de Cayetana "solo les quedan los títulos honoríficos, que ellos llevan con mucho orgullo", explica la historiadora.

Un momento crucial en el proceso de enajenación de las propiedades aragonesas de la noble familia fue la cesión a Aragón del Archivo Ducal de Híjar. "Las negociaciones las llevaron a cabo Jesús Aguirre, el segundo marido de Cayetana de Alba, y José Bada, consejero de Cultura en el Gobierno de Santiago Marraco y que, al igual que el cónyuge de la duquesa, era exjesuita, lo que dio lugar a comentarios", señala Casaus.

Al parecer, el acuerdo fue posible gracias a que la Casa de Alba se benefició de exenciones fiscales con la enajenación del archivo, que se hallaba en cinco salas del palacio de Épila.

En la actualidad, el archivo ducal de Híjar se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, donde "cualquier persona, con solo mostrar su DNI, puede consultar documentos que en algunos casos se remontan al siglo XV", según Guillermo Redondo, profesor de Historia Moderna de la Universidad de Zaragoza.

"Los legajos poseen un gran valor", subraya María José Casaus, que incide en que, no en vano, el ducado de Híjar, que primero fue señorío bajo Jaime I (1268), llegó a ser el linaje nobiliario más importante de Aragón después del de Villahermosa" tras su concesión por Fernando el Católico.

"No es casual", agrega la historiadora, "que el segundo hijo de la duquesa se llame Alfonso, un nombre que deriva del abuelo de Cayetana, Alfonso de Silva, que pasaba largas temporadas en Épila, administrando sus extensas propiedades en la ribera del Jalón".

Alfonso, pues, concentra en su persona los títulos de Aragón, de igual forma que Carlos, el primogénito, hereda los de la rama principal de la familia.

El Archivo Ducal de Híjar era una pieza fundamental del entramado de propiedades de quienes ostentaban el título nobiliario en cada momento, afirma Casaus.

Sus documentos demostraban que podían presentar títulos de propiedad sobre tierras, edificios y gentes. De hecho, la Casa de Híjar capeó bien las sucesivas desamortizaciones del siglo XIX porque respaldaba con pruebas escritas todas sus posesiones.

Posesiones que llegaron incluso a Zaragoza, donde los duques de Híjar poseyeron en el siglo XVI, en el Coso, un edificio en lo que ahora es la sede de la Caja Rural. Y hasta la provincia de Huesca, pues Cayetana de Alba es descendiente de Pedro Pablo Abarca de Bolea, el conde de Aranda (1719-1798), que nació en Siétamo y murió en Épila.

Fuente . El Periodico de Aragón .

sábado, 14 de noviembre de 2015

ARCON FUNEBRE DEL I SEÑOR DE HIJAR DON PEDRO FERNANDEZ DE HIJAR .


En la imagen superior, podemos ver el arcon funebre del I Señor de Hijar, Don Pedro Fernandez de Hijar , que se encuentra en el Archivo Provincial de Zaragoza, en la Plaza de Los Sitios.  Pedro Fernadez de Hijar, nacio en el año 1245 y fallecio en 1299.  

Era hijo ilegitimo de Jaime I El Conquistador y su madre Berenguela Fernandez.  Durante muchos años el arcon funebre estuvo en el Monasterio de Rueda, pero actuamente se encuentra en el Archivo Provincial en Zaragoza.


viernes, 30 de octubre de 2015

UNA VISITA A LA CASONA, DE URREA DE GAEN , ANTIGUO INMUEBLE DE LOS DUQUES DE HIJAR, CONVERTIDA EN CASA RURAL .



 En el dia de hoy, queremos  mostrales unas imágenes, realizadas en el inmueble de La Casona, en Urrea de Gaen, convertida actualmente en Casa Rural, de la cual pasamos a relatar los origenes de su historia, en un texto elaborado por Javier Martinez Molina . 

La actual casa rural La Casona fue durante el siglo XVIII y la primera mitad del XIX la Casa de los Duques de Híjar en Urrea de Gaén. En ella habitaba y tenía sus oficinas el administrador local que los duques tenían en el pueblo para gestionar sus propiedades y rentas. Sin embargo, la estancias de la planta noble también alojaban varias veces al año a los administradores generales de los duques de Híjar en Aragón cuando acudían a Urrea, y puntualmente a los propios duques de Híjar cuando visitaban la localidad durante sus largos viajes por sus posesiones aragonesas, que tenían lugar cada mucho tiempo.

La configuración actual del inmueble corresponde a una exquisita reedificación de finales del siglo XVIII diseñada probablemente por el gran arquitecto aragonés Agustín Sanz (1724-1801), quien entre 1765 y 1801 fue el arquitecto de referencia en Aragón del IX Duque de Híjar, Pedro de Alcántara de Silva Fernández de Híjar y Abarca de Bolea (1741-1808), siendo también el autor, entre otros edificios de la zona, de las magníficas iglesias parroquiales de Urrea de Gaén y Vinaceite.

La casa permaneció en manos de los duques hasta que en 1860 el XII Duque de Híjar, José Rafael Fadrique de Silva Fernández de Híjar y Rebolledo Palafox Abarca de Bolea (1776-1863), se vio obligado a venderla a consecuencia de la profunda crisis económica que padecía el ducado desde la disolución del régimen señorial.

El nuevo propietario fue uno de los hacendados más ricos del pueblo durante el reinado de Isabel II, José María Tomás, que llegaría a ser diputado provincial. A esta etapa corresponde el aspecto actual de la fachada principal. Tras diversos avatares históricos y cambios de propiedad, la que durante más de dos siglos ha sido una de las mejores casas de Urrea de Gaén por su amplitud y exquisitez de diseño, reflejado especialmente en la magnífica escalera con lucernario que la articula, ha recuperado su esplendor en pleno siglo XXI tras una cuidada y respetuosa restauración que la ha convertido en "La Casona", casa de alojamiento rural.

Texto :  Javier Martinez Molina .

domingo, 18 de octubre de 2015

SU MAJESTADES LOS REYES DE ESPAÑA DON FELIPE Y DOÑA LETICIA RECIBEN EL SALUDO DE LA FUNDACION DE LA DIPUTACION DE LA GRANDEZA DE ESPAÑA , PRESIDIDA POR EL DUQUE DE HIJAR ALFONSO MARTINEZ DE IRUJO .




Don Felipe y Doña Letizia presidían un acto con motivo del bicentenario de la fundación de la diputación de la Grandeza de España, un organismo con el que ya se reunieron por primera vez como Reyes en diciembre de 2014. Con estos encuentros, Felipe VI pretende afianzar la relación entre la Corona y la alta nobleza del país. Y es que desde la Edad Media los aristócratas han sido el mejor apoyo de los soberanos españoles.

  Los Reyes han recibido en el Palacio Real de El Pardo a alrededor de 400 aristócratas que representan a la nobleza del país, con motivo del bicentenario de la fundación de la Diputación de la Grandeza de España.

   No es el primer contacto oficial de los Monarcas con el estamento nobiliario, ya que las pasadas navidades recibieron en audiencia a los 15 miembros de la diputación permanente, su órgano de gobierno, encabezados por el decano, Alfonso Martínez de Irujo, Duque de Híjar e hijo de la fallecida duquesa de Alba. Parece que este ágape del martes pudo fraguarse entonces, ya que el conde de Híjar trasmitió al Rey la importancia de la participación de la Corona en este bicentenario de la fundación de la diputación de la grandeza que se cumple en 2015. La entidad fue creada en 1815 por decisión del rey Fernando VII como órgano representativo del estamento nobiliario, y engloba asamblea, consejo y diputación permanente. Si inicialmente tan solo representaba a los alrededor de 400 grandes de España, en 1999 se “democratizó” dando entrada a todos los títulos del reino, unos 2700, que están detentados por alrededor de 2.000 personas.

    Los Reyes se han unido a la celebración con toda la Grandeza en las vísperas de su día grande como soberanos. Los reyes Felipe y Letizia han recibido a todos los Grandes de España juntos por primera vez desde que comenzara su reinado y han saludado uno a uno a sus ilustres invitados, entre los que se encontraban el Duque de Alba, Carlos Martínez de Irujo; el Duque de Híjar, Alfonso Martínez de Irujo; el Marqués San Vicente del Barco, Fernando José Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart; el Duque de Arjona, Cayetano Martínez de Irujo; la Duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo; la Marquesa de Bellavista y del Real Socorro, Alicia Koplowitz; el Marqués de Cubas, Fernando Falcó; el Conde de Montalvo, Javier Fitz-James Stuart de Soto, y un largo etcétera.

   La relevancia de este primer encuentro ha trascendido primero en la afluencia de invitados –casi todos los hijos de la recordada Duquesa de Alba, que han adquirido nuevos títulos tras la muerte de su madre, han acudido a la cita real por ejemplo-, luego en el despliegue de elegancia de las damas y finalmente en las palabras del Rey: “A la Reina y a mí nos alegra veros hoy; nos alegra conoceros más, aunque con muchos nos vemos en no pocas ocasiones y algunos nos conocemos desde hace muchos años; y nos alegra, claro, poder celebrar la historia que nos une”.

   Don Felipe ha destacado que “Emular a quienes inscribieron sus nombres en la historia de España no es labor fácil. Honrar esos nombres con vuestro ejemplo y conducta es un gran reto: porque destacar, estar entre los mejores en cualquier ámbito, es cada día una tarea más ardua. Pero es la exigencia de llevar un gran nombre. Y es vuestro deber”, les ha dicho el Rey, a quien los nobles le han respondido con una ovación y vivas al Rey y a la Reina.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Hace 452 años murió Don Rodrigo Sarmiento, ( Duque de Hijar ) , acusado de participar en la conspiración del duque de Medina Sidonia contra el rey.




Biografía escrita por Santiago Martínez Hernández. Profesor del departamento de Historia Moderna de Universidad Complutense de Madrid e investigador del Instituto Universitario La Corte en Europa.

Rodrigo Sarmiento de Silva de Villandrando y de la Cerda. Duque de Híjar (IV). Consejero de Estado y de Portugal.

Madrid, IV.1600 – León, 2.I.1664.

Era Rodrigo hijo de Diego de Silva y Mendoza, duque de Francavilla, conde de Salinas y Ribadeo y marqués de Alenquer, virrey (1617-1621) y presidente del Consejo de Portugal, y de Mariana Sarmiento de Villandrando de la Cerda, condesa propietaria de Salinas y Ribadeo. Esta dama era la tercera esposa de Diego y su cuñada, por ser hermana de su segunda esposa, Ana Sarmiento, condesa de Salinas y Ribadeo, fallecida sin sucesión en 1595. Rodrigo era nieto a su vez, por línea paterna, de los príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva y Ana de Mendoza y de la Cerda. El nacimiento del futuro duque de Híjar tuvo lugar entre marzo y abril de 1600 en la Corte de Madrid. Desde el momento de su nacimiento fue el heredero de los títulos de sus progenitores al haberse producido el óbito de su hermano Pedro, habido del segundo matrimonio de su padre.

El conde de Salinas, como era más conocido Diego de Silva, fue un reconocido poeta y erudito, hombre de gran cultura, bien considerado y circunscrito al círculo político del duque de Uceda. La caída del segundo valido de Felipe III a finales de marzo de 1621 conllevó para el conde el abandono de su cargo como virrey y capitán general de Portugal. El flamante valido de Felipe IV, el conde duque de Olivares, excluyó en un primer momento a Salinas de sus proyectos de gobierno aunque más tarde le destinara a la presidencia del Consejo de Portugal, reconociendo de este modo su larga experiencia de gobierno y su amplio conocimiento de los asuntos lusos.

Poco es lo que se conoce de la infancia de Rodrigo salvo las noticias que aportan los cronistas de Corte. Se halló en la significativa jura del príncipe Felipe (IV) en el monasterio de San Jerónimo el Real el 13 de enero de 1608. Acompañó a su padre a Lisboa en donde residió el tiempo que éste fue virrey. Se tiene constancia de que disfrutó de fama de buen caballero y jinete aunque no parece que heredara las cualidades literarias y el gusto de su padre.

Cuando contaba veintiún años se concertó su casamiento con Isabel Margarita Fernández de Híjar, sexta condesa de Belchite y heredera del ducado de Híjar. El padre de la señora era Juan Francisco Fernández de Híjar, III duque de Híjar, Lécera y Aliaga, Grande de España desde 1599, fallecido en 1614. De su segundo matrimonio con Francisca de Pinós y Fenollet, III condesa de Vallfogona y Guimerá, viuda a su vez del II conde de Morata, tuvo dos hijas, María Estefanía Fernández de Híjar, V condesa de Belchite, e Isabel Margarita. Las capitulaciones matrimoniales se firmaron en Zaragoza en presencia del arzobispo Pedro González de Mendoza, hermano del conde de Salinas, padre del novio. La boda, aplazada por la destitución del conde como virrey de Portugal, tuvo lugar a finales de 1622, siendo oficiada por el prelado aragonés. Desde entonces Rodrigo tomó posesión de los títulos de su esposa, siendo en adelante conocido como duque de Híjar. Su suegra, Francisca de Pinós, era partidaria de que la pareja residiera de manera permanente en Zaragoza a fin de atender los pleitos del ducado, abiertos tras producirse una sucesión femenina, sin embargo su yerno tomó la determinación de establecerse en la Corte, a la que regresó a principios del año siguiente.

La estrecha vinculación paterna con el anterior y postergado régimen de los Sandovales impidió a Rodrigo alcanzar el lugar que en función de los méritos familiares y de su calidad le hubiera correspondido. La indiferencia, cuando no el desprecio, con que fue tratado Híjar por parte del conde duque contribuyó sobremanera a que el duque se posicionara sin ambages del lado de los descontentos con su gobierno. Sus ansias de medrar, frustradas permanentemente por Olivares, irritaron al magnate aragonés condicionando muchas de sus polémicas actuaciones políticas futuras y reafirmando su profundo resentimiento hacia el clan gobernante.

Uno de tantos desaires y agravios aconteció cuando el duque exigió que le fuera reconocido el derecho, que desde tiempo inmemorial, gozaban los titulares del condado de Ribadeo de comer con el Rey el día de la Epifanía y recibir el vestido que el Monarca vistiera esa jornada festiva. El reconocimiento de su privilegio fue expuesto en 1624 pero el conde duque de Olivares se negó a complacerle pese a exhibir Híjar un razonado memorial. Quizá como respuesta a aquella demanda no satisfecha o tal vez como resultado de su enemistad con el valido, Híjar no formó parte del rutilante cortejo que acompañó a Felipe IV en su viaje a Andalucía aquel año. Al año siguiente, sin embargo, el duque tomó la iniciativa y acudió a Cádiz para participar en la defensa de la ciudad durante el ataque inglés. Aunque, significativamente, se ausentó durante la jornada real a Aragón para la celebración de Cortes en Barbastro. En representación de la casa ducal acudió Pedro Fernández de Híjar, probablemente por ser Rodrigo, a pesar de los títulos, extranjero en Aragón. Antes de aquel viaje se apuntó Híjar una pequeña victoria al serle reconocido el privilegio pretendido, comiendo con el soberano el 6 de enero de 1625. En años posteriores no consta la satisfacción de aquel derecho.

Las décadas de 1620 y 1630 transcurren lentamente para un duque ávido de oficios y responsabilidades de gobierno. Aquellos años son, sin embargo, vitales desde el punto de vista familiar. En 1624 nació su primogénito y heredero, Jaime Francisco Víctor, que recibió el condado de Belchite. El 15 de junio de 1630 falleció su padre el conde de Salinas en el ejercicio de sus funciones como presidente del Consejo de Portugal, que lo era desde 1626. Al año siguiente la duquesa parió una hija, Teresa Sarmiento de la Cerda. En 1632 consiguió la resolución favorable de los pleitos que sostenía sobre la posesión del marquesado portugués de Alenquer. En 1634 elevó un memorial solicitando un puesto de consejero de Portugal alegando los méritos de su padre y los suyos propios, y su sangre portuguesa. El 23 de julio de 1639 murió su tío el cardenal Pedro González de Mendoza, uno de sus mayores apoyos. El mismo año fue nombrado capitán de los Caballeros de Cristo, orden militar lusa de la que ya era caballero y comendador de Coruche y Soure.

El complejo decenio de 1640, inaugurado con las rebeliones de Portugal y Cataluña, trajo para Rodrigo su nombramiento como general de la Caballería de Cataluña, su primera responsabilidad de mando. Sin embargo, el duque se negó a aceptar el cargo al implicar servir a las órdenes del conde de Santa Coloma, con quien mantenía desavenencias por ciertos agravios intercambiados entre los linajes de ambos. En 1641, y para desmentir ciertas sospechas propagadas con dolo acerca de su posible deslealtad, el duque fue propuesto para varios cargos militares que debía ejercer en contra de los sublevados portugueses. Aunque para su desgracia ninguno de ellos se materializó. Sin responsabilidades ni obligaciones viajó a Aragón para resolver el pleito sobre el condado de Belchite contra Pedro Fernández de Híjar que pretendía se dirimiera la posesión del condado y del propio ducado de Híjar. Ambos asuntos los resolvió a su satisfacción. Al año siguiente finalmente fue designado general de la caballería en Ayamonte, cerca de la raya de Portugal, confirmándose de este modo la ausencia de sospechas que sobre su fidelidad habían surgido en la Corte, a propósito de sus vinculaciones con aquel reino en rebeldía por su título de marqués de Alenquer. En aquel oficio sirvió brevemente encontrándose de nuevo en Madrid en el mes de julio. Ese mismo año desapareció la duquesa, recibiendo Jaime, su hijo, la grandeza de España como heredero de los ducados de su madre.

En 1643 se produjo la caída de Olivares, siendo Híjar de los primeros grandes en acudir a despedir al valido y congratularse, sin escrúpulo alguno, en su presencia de su desgracia. La marcha del conde duque indujo a Rodrigo y a otros grandes a pensar en la posibilidad cierta de sucederle en la privanza del Rey, sin embargo, todos fueron desengañados por la rapidez con la que Felipe IV designó al sobrino de aquél, Luis de Haro, como su sucesor en el valimiento. La marginación con la que éste distinguió a Híjar y a otros que como él aspiraban a ocupar alguna presidencia de Consejo o a compartir el gobierno, desembocaría en breve en la implicación de una parte significativa de la nobleza titulada en conspiraciones que perseguían la caída del valido. El noble aragonés contó con la alianza de los Borja, encabezados en la Corte por Fernando de Borja, consejero de Estado y caballerizo mayor del Rey, y el cardenal Gaspar de Borja y Velasco, antaño aliado fiel del conde duque, para favorecer sus pretensiones al valimiento. También hizo uso el de Híjar de gentes de indudable ascendiente sobre el Rey, empero de cuestionables principios, como su confesor, el portugués fray João de Santo Tomás y de algunos supuestos visionarios como Francisco de Chiriboga, Francesco Monteroni y la influyente sor María de Jesús de Agreda, la monja confidente del Rey, para quien el duque era “ministro de buen celo y fiel servidor de Vuestra Majestad”. Tales alianzas, sin embargo, no sirvieron a su propósito que era lograr la salida de Haro.

Frustrado este proyecto porfió el duque por consolidar mejores apoyos. Su encono hacia Haro le empujó a pactar con los numerosos descontentos con el valimiento, como los duques del Infantado, Osuna y Montalto y el conde de Lemos, partidarios de aupar al primer ministerio al conde de Oñate. Estando el monarca en Zaragoza, digiriendo personalmente la campaña de Cataluña, y advertido por su valido de la intriga y de los fines perseguidos por los conjurados, encargó al presidente del Consejo de Castilla, Juan Chumacero y Carrillo, la detención de Híjar al considerarle el cabecilla de la conspiración. A consecuencia de ello el duque fue desterrado a su señorío de Villarrubia de los Ojos en marzo de 1644. Allí permanecería dos largos años con la única compañía de su hijo mayor. Sus ruegos para que se le alzase el castigo no ablandaron el ánimo del Rey a pesar de los numerosos llamamientos a su inocencia. Finalmente en 1646 se le dio licencia para abandonar su exilio aunque obligándole a no abandonar la corte durante al menos dos años.

Aquel tiempo permitió rehabilitar su reputación y alcanzar algunas de sus pretensiones largamente acariciadas. Fue nombrado gentilhombre de la cámara del Rey y miembro de los Consejos de Estado y Portugal. Tuvo ocasión de casar a su hija Teresa con Juan de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, marqués de Valero, heredero del ducado de Béjar. Por lo que respecta a sus otros dos hijos, Ruy Gómez de Silva, tercer marqués de Alenquer, permaneció sin casar hasta su muerte, ocurrida en Béjar en 1680, y de Diego Gómez de Silva y Sarmiento no hay noticias.

En medio del enrarecido clima bélico y conspiratorio que vivía la Monarquía Hispánica desde hacía más de dos décadas y en el que las rebeliones de Portugal y Cataluña y las guerras en Flandes y Francia consumían los esfuerzos militares y económicos de la Corona, tuvo lugar una serie de acontecimientos luctuosos que confirmaron los peores temores, una posible secesión de Aragón, como antes había sucedido con Andalucía, y que ya se había cobrado dos piezas señaladas, el duque de Medina Sidonia y el marqués de Ayamonte, parientes directos del conde duque de Olivares. El 18 de agosto de 1648 y los días sucesivos se produjo en Madrid el arresto del exmaestre de campo del ejército de Cataluña y veterano militar, Carlos de Padilla. Junto a él se detuvo igualmente al marqués de la Vega de la Sagra, Pedro de Silva y Mendoza, hijo del marqués de Montemayor, y al propio duque de Híjar, el 6 de septiembre. Asimismo, se habían cursado órdenes de apresamiento contra el militar de origen portugués Domingo Cabral, en Sevilla, y contra Juan de Padilla, hermano de Carlos, gobernador de Bercelli, en el estado de Milán. Se acusaba a los detenidos de haber incurrido en un delito tipificado como crimen de lesa majestad y alta traición al conspirar, se decía, para aupar al duque de Híjar al trono de Aragón, con el apoyo de Francia.

La gravedad de las acusaciones obligó a la inmediata constitución de un tribunal presidido por el alcalde de Corte Pedro de Amezqueta e integrado por los jueces del Consejo de Castilla, Melchor de Valencia, Francisco de Robles Villafañe, Bernardo de Ipeñarrieta y Martín de Reategui. Las averiguaciones e interrogatorios, especialmente de la servidumbre de Padilla, evidenciaron el propósito del duque de Híjar de negociar secretamente con el príncipe de Condé a fin de lograr un acuerdo de paz entre ambas Coronas, mérito con el que pretendía asegurarse el primer lugar cerca del Rey. Para desarrollar la empresa los conjurados habían designado a Carlos de Padilla como emisario para llevar el peso de las entrevistas con el cardenal Mazarino. Se suponía que si Padilla fracasaba en su primer empeño ofrecería a Francia la cesión de Navarra y la Cataluña transpirenaica a cambio de su apoyo para entronizar a Híjar en Aragón. Por su parte, el luso Cabral habría conseguido el compromiso del rey João IV de facilitar asistencia militar a cambio de la entrega del reino de Galicia. Sin embargo, lo cierto es que pese a las declaraciones de testigos, Padilla nunca llegó a viajar a Francia y el duque de Híjar siempre negó su implicación en la trama. Las contradicciones a las que se enfrentaron los inculpados no hicieron sino complicar aún más la resolución del proceso. Entre las acusaciones que se hizo a los conjurados figuraban algunos crímenes ciertamente insensatos y de cuestionable certeza, como su propósito de acabar con la vida del Rey o sucederle en caso de fallecer sin descendencia, al tener derechos Híjar por su ascendencia del linaje real de la Cerda. También se llegó a afirmar que pretendían dividir la Monarquía en tres reinos, otorgando Andalucía al duque de Medina Sidonia, incendiar y saquear Madrid, suprimir el Santo Oficio e incluso raptar a la infanta María Teresa, heredera de la Corona, para llevarla bien a Francia, bien a Portugal, con el fin de casarla con Luis XIV o con el heredero del reino luso.

Pese a la negativa de los implicados a aceptar las acusaciones, Felipe IV fue inmisericorde ordenando su ejecución sin dar ocasión a aplazamientos y recusaciones. Carlos de Padilla y el marqués de la Vega de la Sagra fueron ejecutados en la Plaza Mayor de Madrid el 5 de diciembre de 1648, degollados por detrás, sin tener en cuenta su calidad nobiliaria, mientras Cabral era ahorcado en la cárcel. A los pocos días, el 12 de diciembre, el marqués de Ayamonte, Francisco Silvestre de Guzmán, preso desde 1641, y aunque estaba condenado a perpetuidad acusado de participar en una conspiración para sublevar Andalucía, fue decapitado, por detrás como a malhechor, en el Alcázar de Segovia.

El duque de Híjar, que había recibido tormento con el fin de arrancarle una confesión de culpabilidad, fue condenado finalmente a prisión perpetua por encubridor, al haber guardado silencio sobre una conspiración que conocía, a confiscación de bienes y cautiverio en las Torres de León. De hecho, y como había asegurado tras las torturas, había comunicado por carta a sor María de Ágreda el conocimiento que tenía de ciertas intrigas conducentes a la muerte del Rey o a la sublevación de algunos reinos. Tal y como puede leerse en su epístola conocía la conjura con anterioridad aunque no se atrevió a tratarla con quienes consideraba poco afectos a su persona, especialmente con Haro. Siempre aseguró, al igual que sus hijos, que el inductor de su desgracia había sido el propio Luis de Haro y su cuñado el conde de Monterrey. Para evitar sospechas de favoritismo, el Rey obligó a su valido a declarar en el juicio. Fallecido Haro en 1661 la suerte del prisionero no cambió un ápice. Híjar siempre negó las acusaciones de alta traición, por otra parte nunca demostradas, aunque pese a sus exhortaciones a Felipe IV, éste jamás accedió a relajar las privaciones de su cautiverio. Durante su encierro, el duque no aceptó acogerse a indulto como cuando en 1657 la Reina lo propuso con ocasión del nacimiento del príncipe Felipe Próspero, pues de haberlo hecho hubiera tenido que asumir su culpabilidad. De cualquier modo el Rey jamás perdonó a Híjar, al que sobrevivió cerca de dos años. Antes de morir realizó un último alegato de inocencia. El duque falleció en la torre de la fortaleza de León el 2 de enero de 1664.

Rodrigo fue rehabilitado post mórtem durante la regencia de la reina Mariana de Austria, en fecha desconocida aunque pueda situarse entre 1665 y 1677, al considerarse que el riguroso proceso judicial al que había sido sometido era “injusto, nulo, atentado y violento”.

Bibl.: G. de Narváez Aldana, Prisión y muerte de don Carlos de Padilla y don Pedro de Silva, Marqués de la Vega, y Domingo Cabral. Prisión grande del Duque de Híjar. Muerte del Marqués de Ayamonte en la ciudad de Segobia, s. l., s. f., [en la Biblioteca Nacional de España (BNE), ms. 8180, fols. 29- 32]; Causas criminales. Conjuración Padiliana, s. l., s. f., (en la BNE, ms. 722, fols. 1-12); Relación de la causa y castigo de don Carlos de Padilla, don Pedro de Silva, Domingo Cabral y don Rodrigo de Silva, Duque de Híjar y Tormentos y sentencia que se dio contra don Rodrigo de Silva, etc., Duque de Híjar, s. l., s. f., (en la BNE, mss. 5801, 10596 y 10955); Sentencias contra el Duque de Híjar, s. l., s. f., (en la BNE, ms. 7968, fols. 261- 264); L. Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Silva, Madrid, Melchor Álvarez y Mateo de Llanos, 1685; A. Cánovas del Castillo, Historia de la decadencia de España, Madrid, 1854; R. Ezquerra Abadía, La conspiración del Duque de Híjar (1648), Madrid, M. Borondo, 1934; J. Caro Baroja, Vidas mágicas e Inquisición, Madrid, Taurus, 1967; C. Gaillard, Le Portugal sous Philippe III d´Espagne. L´action de Diego de Silva y Mendoza, Grenoble, 1982; L. I. Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, El poder y la opinión bajo Felipe IV, Sanlúcar de Barramenda [1987]; J. H. Elliott, El conde-duque de Olivares, Barcelona, Crítica, 1991; M. J. de Ágreda, Correspondencia con Felipe IV. Religión y razón de estado, introducción a cargo de Consolación Baranda, Madrid, Castalia, 1991; R. Cueto, Quimeras y sueños. Los profetas y la Monarquía Católica de Felipe IV, Valladolid, 1994; P. Sanz Camañes y E. Solano Camón, “Nuevas perspectivas en torno a la conspiración del duque de Híjar”, en P. Fernández Albadalejo (ed.), Monarquía, imperio y pueblos en la España  Moderna, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Universidad de Alicante, Asociación Española de Historia Moderna, 1997, págs. 521-538; M.ª J. Casaus Ballester, Archivo Ducal de Híjar: Catálogo de los fondos del Antiguo Ducado de Híjar (1268-1919), Valencia. Diputación General de Aragón e Instituto de Estudios Turolenses, 1997; R. Valladares, La rebelión de Portugal, 1640-1680. Guerra, conflicto y poderes en la monarquía hispánica, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998; M.ª J. Casaus Ballester, “La administración del Ducado de Híjar (siglos xv-xix)”, en Revista de Historia Jerónimo Zurita, 74, (1999), págs. 247-276.

domingo, 13 de septiembre de 2015

LA SOLIDARIDAD DE CAYETANO MARTINEZ DE IRUJO CON LOS REFUGIADOS SIRIOS .


Cayetano Martínez de Irujo ha mostrado su lado más solidario. El hijo de la Duquesa de Alba ha revelado a Noticias Cuatro que tiene a dos familias sirias acogidas en su cortijo sevillano de Carmona. La noticia ha saltado ahora, pero Cayetano decidió actuar hace un año y medio, cuando un artículo publicado en un periódico sobre la cruda realidad que vivían los refugiados sirios le removió la conciencia. “Siempre hago las cosas, pero no las digo. Pero estoy tan enfadado, me siento tan impotente ante lo que está pasando que, desde luego, he accedido gustoso a hablar con vosotros porque me parece incalificable lo que está sucediendo”, ha dicho.

Una de esas dos familias es la de Salam, un urólogo sirio que habla cinco idiomas. "Él tenía una clínica privada en Siria de un nivel altísimo, que había montado con otros médicos, y se la bombardearon, se la masacraron... Mataron a cantidad de enfermos, de niños... hasta que no la redujeron a escombros no pararon", relata.

La solidaridad de Cayetano Martínez de Irujo con los refugiados sirios

Cayetano ha denunciado así la triste realidad que viven los refugiados, una realidad que quedó reflejada de la manera más cruel con la imagen del pequeño Aylan, el niño ahogado en Turquía. Siguiendo su ejemplo, todos podemos aportar nuestro granito de arena -según nuestras posibilidades- para ayudar a los miles de ciudadanos sirios que llegan a Europa huyendo de la guerra.

Esta noticia, que nos muestra el lado más solidario de Cayetano, llega días después de conocer que su relación con Melani Costa no pasa por su mejor momento. Al parecer, la pareja lleva más de dos meses distanciada. Los constantes viajes profesionales de la deportista y la diferencia de edad entre ambos -26 años- podrían ser algunos de los obstáculos que impiden la buena marcha de su relación.

domingo, 2 de agosto de 2015

EL 1 DE ABRIL DEL AÑO 2006, LA ENTONCES DUQUESA DE ALBA Y DE HIJAR , VISITA NUESTRA LOCALIDAD , PARA SER PREGONERA DE LA RUTA DEL TAMBOR Y DEL BOMBO .




Con motivo de las Jornadas de Convivencia de la Ruta del Tambor y del Bombo, que se celebraron en Hijar , el año 2006, el Pregón de las Jornadas lo realizo, Doña Cayetana Fitz James Stuart, por entonces Duquesa de Alba y de Hijar.

Doña Cayetana fue recibida en la Plaza de España por la corporación municipal, la Junta Directiva de la Ruta del Tambor y el Bombo, y el Presidente de la Diputación Provincial de Teruel, donde la plaza estaba llena de niños y niñas con su túnicas y sus tambores y bombos, que emocionaron a la Duquesa.

En el  salón de plenos, firmo en el Libro de Oro de nuestra localidad.  Seguidamente inauguró una exposición fotográfica en la Calle Jardiel, sobre los nueve pueblos de la Ruta del Tambor.

Ya en el pabellón polideportivo, perfectamente engalanado, pronuncio El Pregón, donde había más de mil personas.  Acontinuación se realizo una comida de hermandad en el Restaurante Arse.

Era el 1 de Abril del año 2006, Hijar vivio sin ningún genero de dudas un acontecimiento histórico, que hoy queremos recordar con algunas de sus fotografías, algunas de ellas inéditas.

sábado, 18 de julio de 2015

EL CASTILLO DE MOECHE EN LA CORUÑA, PROPIEDAD DE LA CASA DE ALBA .


El castillo de Moeche es un es una construcción medieval del siglo XIV. Está situado en la parroquia de San Jorge (Moeche), en la comarca de Ferrol.

domingo, 12 de julio de 2015

ACEITE DE OLIVA, CON EL NOMBRE DE DUCADO DE HIJAR .


En algunos establecimientos comerciales de nuestra localidad , hemos encontrado un aceite de oliva de mucha calidad, con el nombre de Ducado de Hijar.

Este aceite esta elaborado en La Puebla de Hijar y es muy apreciado por los consumidores de nuestra comarca.

domingo, 31 de mayo de 2015

ALFONSO MARTINEZ DE IRUJO , REPARTE SUS TITULOS ENTRE SUS HIJOS. SEGUIRA CONSERVANDO EL DE DUQUE DE HIJAR Y CINCO MAS.

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A la espera de que en cualquier momento el BOE haga oficial el nombramiento de Carlos Fitz-James Stuart como nuevo duque de Alba, el resto de los hijos de doña Cayetana comienzan también a administrar su nueva situación. Alfonso Martínez de Irujo, el segundo hijo de la duquesa, ha tomado la decisión de ceder a sus hijos dos de sus títulos más queridos. El Boletín Oficial del Estado publicaba el pasado sábado que la sucesión en los títulos de marqués de Almenara y de duque de Aliaga ha sido solicitada por Javier y Luis Martínez de Irujo y Hohenlohe-Langenburg respectivamente, "a consecuencia de la distribución realizada por su padre"

Si en un plazo de 30 días no hay nadie que presente objeción alguna, los hijos de Alfonso recibirán los títulos que ahora les cede su padre.

Alfonso Martínez de Irujo se casó a finales de los años 70 con María Hohenlohe-Langenburg, descendiente de nobles alemanes y conocida en España por ser sobrina del príncipe Alfonso de Hohenlohe, estrechamente ligado a Marbella. Aunque se divorciaron en 1987 tras diez años de matrimonio, tuvieron dos hijos: Luis, el primogénito, y Javier.

Luis Martínez de Irujo trabaja en la marca de productos gourmet de la Casa de Alba.  Son los nietos más discretos de la duquesa de Alba. Luis salió voluntariamente de su habitual ostracismo al llevar a hombros el féretro de su abuela en su última despedida hace unos meses. Durante muchos años ha residido en Londres, donde ha trabajado como analista para GLG Partners, lo que le ha convertido en una persona prácticamente anónima. En 2011 volvió a España para trabajar en FCS Asset Management, aunque desde octubre de 2014 se ha implicado personalmente en los negocios de los Alba y es director ejecutivo de su marca de productos gourmet.

Por su parte, Javier es director de desarrollo corporativo en la start-up Playthe.net. Su rostro es un poco más conocido por su boda en 2008 con la estilista Inés Domecq, que pertenece a una de las familias con más solera de la sociedad andaluza.

Alfonso Martínez de Irujo seguirá manteniendo seis títulos más. Junto al ducado de Híjar (su credencial más importante, con Grandeza de España), mantendrá los condados de Aranda y de Palma del Río, el marquesado de Orani y los condados de Ribadeo y de Guimerá. El segundo hijo de la Casa de Alba recibió en 2013 de parte de su madre los títulos trabados a la Casa de Híjar. Se cumplía así una aspiración de su abuelo, el padre de doña Cayetana, que lo dispuso así para que sus títulos no se perdieran en el maremagnum de los de la Casa de Alba. En un manuscrito, el abuelo dejó dispuesto que los títulos nobiliarios aragoneses que él ostentaba y que conforman el tronco de la Casa de Híjar quedaran unificados, no se disgregaran, y recayeran en su nieto Alfonso Martínez de Irujo. Su deseo se hizo efectivo el 2 de abril de 2013.

Estos movimientos se unen al que realizó Alfonso tres meses después de fallecer su madre. El economista ha solicitado ser sustituido en la reclamación que su madre hizo para obtener el ducado de Almazán, con Grandeza de España incluida, en 2013 y que nunca recibió.


Fuente :  www.elmundo.es

http://www.elmundo.es/loc/2015/05/27/556457de46163f5e338b458d.html

jueves, 21 de mayo de 2015

PEÑACERRADA EN ALAVA , PALACIO DE LOS DUQUES DE HIJAR .


En la Plaza de los Fueros, en Peñacerrada ( Alava ) es donde se encuentra el palacio de los Duques de Hijar, construida en el siglo XVII y que albergará el "Centro de Interpretación del Ámbar". En este sentido, cabe destacar que en Peñacerrada fueron hallados importantes yacimientos, convirtiendo el ámbar del municipio en único en el mundo, tanto por su antigüedad como por la calidad de los fósiles.

sábado, 9 de mayo de 2015

RESTOS DE LA CAPILLA DE LOS DUQUES DE HIJAR EN EL CASTILLO.


En la imagen superior, les mostramos la capilla que tenian los Duques de Hijar, en el castillo de nuestra localidad.

domingo, 5 de abril de 2015

EL SEÑORIO , DUCADO DE HIJAR. Autora : Mª José Casaus.


Pulsando en el enlace inferior, pueden leer un interesante articulo de Mª Jose Casaus, titulado : El Señorio, Ducado de Hijar . 

http://www.comarcas.es/pub/documentos/documentos_Senorio_e1407137.pdf

martes, 24 de febrero de 2015

36 FOTOGRAFIAS DEL CASTILLO DE LOS DUQUES DE HIJAR . Pulsando en el enlace inferior .

                                      




Pulsando en el enlace inferior, pueden ver una galería de imágenes del Castillo Ducal de Hijar .

https://onedrive.live.com/?cid=AD5EEC9C496F19F9&id=AD5EEC9C496F19F9%21708

domingo, 15 de febrero de 2015

EL EXTRAÑO Y LARGO VIAJE DEL SARCOFAGO DEL DUQUE DE HIJAR . Autor: Javier Clavero. www.heraldo.es


Si a Luis Fernández de Híjar y Arellano (1517-1554) se le hubiese comentado en vida que el sarcófago confeccionado para acoger sus restos mortales iba a recorrer, casi medio siglo después de su fallecimiento, los más de 600 kilómetros que distan entre la localidad turolonse de la que fue duque y Sevilla, probablemente una sonrisa incrédula se hubiese dibujado en su rostro. 

Sin embargo, los caprichos del destino y el interés cultural de algunas personas han hecho que el elaborado ataúd se encuentre hoy en la capital andaluza, concretamente en el Hotel Alcázar, que, tal y como indican sus dueños, "alberga una exposición permantente de varios elementos renacentistas, entre los que destaca este precioso sarcófago". Hasta allí ha llegado de la mano de su actual propietario, un coleccionista particular dispuesto a colaborar con este improvisado muestrario histórico, pero son muchas las andanzas que han precedido a su actual ubicación en pleno centro sevillano.

Desde la muerte de Fernández de Híjar y Arellano, el sarcófago ha ido cambiando de propietario, al tiempo que las manos de prestigiosos artistas restauradores se encargaban de recuperarlo y conservarlo. Existen documentos que dicen que permaneció hasta 1903 en el Convento de los Franciscanos, religiosos sin parentesco alguno con la saga de duques que ya existía en la localidad, y que debieron hacerse cargo durante años de una reliquia que les era ajena. 

Al parecer, los religiosos enviaron varias cartas a los descencientes de Fernández de Híjar informándoles de que estaban en posesión de los restos de sus antepasados, pero nunca llegaron a obtener respuesta, de forma que se ordenó que fuesen llevados a la fosa común del cementario. 

Una vez separado el sarcófago de los cadáveres, tal y como señala el encargado de la sección de Cultura del ayuntamiento de Híjar, Almuayad Royo, "los duques de Híjar confirmaron la renuncia a todas sus pertenencias en la localidad, de manera que este sarcófago de estilo plateresco fue vendido a un anticuario por una cantidad que se desconoce", admitiendo además que "tras ese cambio de propietarios, la villa de Híjar desconoce cuál ha sido su trayectoria hasta llegar al lugar en el que se encuentra actualmente".

A pesar de afirmar que "Sevilla es un fantástico destino para el sarcófago, dado que allí reside Cayetana de Alba, la más directa desciente de los duques de Híjar en la actualidad", Royo lamenta que "como este ataúd han sido muchas las reliquias patrimononiales que se han ido perdiendo en la localidad, sobre todo en el periodo de la Desamortización y en el de la Guerra Civil". 

Por ello, y sin dejar de acatar lo sorprendente que resulta el extraño emplazamiento de la que fue tumba del cuarto duque en la dinastía Fernández de Híjar, Royo afirma que "es probable que este tipo de noticias se vayan sucediendo", concluyendo que "la pérdida de patrimonio, sean cuales sean las circunstancias, es una lacra contra la que debería combatir cualquier tipo de sociedad y cultura". 

LA LINTERNA : En el año 1908, encuentran ahogado en el Rio Adour de Biarritz, a Don Andres Silva, hijo del Duque de Hijar.



Esta semana, en nuestra " Linterna ", vamos ha rescatar una noticia relacionada con nuestra localidad, que se produjo en Diciembre de 1908, y que publico el diario ABC,  y que titulaba " Aristocrata ahogado ", refiriendose a Don Andres de Silva, hijo del Duque de Hijar.

La noticia que pueden ver en la imagen superior, decía textualmente :

" Don Andres de Silva, Conde de Palma del Río, hijo del duque de Hijar, ha perecido esta mañana ahogado .  Salió el joven aristócrata citado, a las once de la mañana, de Biarritz donde reside, y a caballo se dirigio á dar un paseo por la orilla derecha del Rio Adour.

Al llegar a la laguna Chilberta, situada cerca de la embocadura de dicho río, debió intentar vadearla aprovechando la bajamar, pero se supone que el caballo resbalo y cayó con el jinete en el lodo.

Alarmada la familia del Conde de Palma del Río por su tardanza, comenzarón a practicar, auxiliados por algunos amigos y servidores, minuciosas pesquisas por el rio Adour y la laguna, suponiendo que hubiera podido ocurrir una desgracia.

La triste suposición se convirtió en realidad en las primeras horas de la tarde, hallandóse el cadáver del joven conde metido aún en el lodo, á pesar de que el nivel del agua había subido unos dos metros.

El suceso ha producido general sentimiento en la colonia de Biarritz, donde la victima del accidente y su familia acostumbraban a pasar largas temporadas todos los años.

Los Duques de Hijar, se proponian regresar ya a Madrid, en la semana actual. "


Fuente :  ABC , Diciembre del año 1908 .