lunes, 16 de diciembre de 2013

PALACIO DEL DUQUE DE HIJAR EN EPILA.

                                                                  


El Palacio del Conde de Aranda, Duque de Hijar, de la localidad de Épila forma, junto al Convento de la Concepción adyacente al palacio, uno de los conjuntos más notables del siglo XV en Aragón. Desde finales del siglo XIV y hasta 1811, Épila fue la corte de los Ximénez de Urrea, una de las ocho grandes casas nobiliarias del Reino de Aragón, más conocidos por el título condal de Aranda, que recibieron en 1488. En este palacio murió, en 1798, el último conde de Aranda, don Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, ministro ilustrado del monarca Carlos III.

El palacio fue construido adaptándose al desnivel del terreno, de ahí que la fachada principal tenga baja altura, mientras la posterior sea bastante más elevada. La fachada más noble del palacio no es la principal, con excepción de la bella portada neoclásica, sino la posterior, que da a la huerta y forma ángulo, en una amplia explanada, con la portada del Convento, donde se concentra todo el ornato. Esta fachada posterior, levantada combinando mampostería y ladrillo, se articula, con proporción y decoro, en tres plantas sobre un amplio basamento.

Al interior destacan varios alfarjes de madera policromada al temple con canes muy sencillos y que presentan como principal motivo decorativo los escudos de la Casa de Aranda.

El palacio posee comunicación con la iglesia del Convento de la Concepción a través de un pasadizo sobre arcos.